martes, 14 de mayo de 2013

Cómo aumentar el flujo de tinta de una pluma


Un defecto que traen las plumas de fábrica hoy día, yo diría que con bastante frecuencia, es que -por distintas causas- el flujo de tinta al salir por la punta del plumín es muy pobre, incluso a veces produciendo cortes en la escritura.

Bueno pues hay varios remedios para este problema. Pero antes de enunciarlos, quiero advertir que hay que llevarlos a cabo con la máxima precaución, ya que se trata de procesos más o menos irreversibles, y si se excede en su operación, pueden provocar daños irreparables en el sistema de escritura de la pluma.

1. El método más sencillo, consiste simplemente en apoyar la estilográfica en una superficie bien lisa, como por ejemplo un cristal de mesa, en posición de escritura, y hacer presión sobre el plumín con mucho cuidado, intentando conseguir que aumente el espacio que debe existir entre el plumín y el alimentador, pero sin que desaparezca la capilaridad requerida para que fluya la tinta.

2. El método que yo suelo utilizar y que además suele ser efectivo, es abrir un poquito los gavilanes del plumín. Hay veces que incluso puede observarse, que los gavilanes están tan pegados que su poca capilaridad impide fluir la tinta con la regularidad requerida. Para ello, y aunque puede hacerse con distintas herramientas u objetos, lo mejor es hacerlo con un juego de galgas; introduciendo las galgas más finas entre los dos gavilanes y empezando por la más fina de todas. Por ejemplo se pueden utilizar las de 0,05 y 0,10 milímetros. Hay que tener en cuenta, que llega un momento en que los gavilanes se separarán demasiado o se desalinearán, con lo que el resultado será totalmente negativo, y además costará volver a llevar a los gavilanes a su posición correcta.

3. Y por último, existe otro método, quizás más para profesionales, que consiste en extraer el alimentador, y con una cuchilla fina como un cutter, repasarle los canales que lleva para para hacer que fluya por ellos la tinta mejor al tener más espacio. Si no se está bien seguro de lo que se hace, mejor dejar este método para cuando se tenga mayor experiencia, o si no, practicar con plumas baratas.

Ya sabéis, ante todo, precaución.

miércoles, 8 de mayo de 2013

Cuando una pluma lleva tiempo sin ser utilizada.


Cuando las estilográficas llevan mucho tiempo sin utilizarse, lo normal es que el conjunto sección-alimentador-plumín tenga restos de tinta seca. Lo que se debe hacer entonces es meter ese conjunto en un vaso de agua durante un día o incluso dos. Una vez más recuerdo que nada de agua caliente. Sí que se puede añadir al agua una gota de lavavajillas, pero solo una gotita. Una vez pasado ese tiempo, se seca bien el plumín envolviéndolo en papel de cocina durante unas horas para que le chupe bien el agua, y listo para escribir. 
Si la pluma es de pistón o émbolo, conviene también cargar y descargar el depósito varias veces con agua hasta que esta salga bien clara. En último caso, pudiera ocurrir que si la pluma lleva años inutilizada, seguramente tendrá el sistema de carga estropeado con lo que habría que cambiarlo, pero eso ya es otra historia.

lunes, 1 de abril de 2013

Mantenimiento rápido de una pluma para el uso diario


He llegado a conocer a bastantes personas que aun gustándoles la escritura con estilográfica, no llegan a practicarla a diario, alegando que, o bien no saben qué mantenimiento necesitan, o bien lo saben, pero no lo aplican por falta de tiempo, pereza, etc.

Pero la verdad es que pocas máquinas o herramientas necesitarán de un mantenimiento tan simple, sencillo y rápido como el que requiere una estilográfica, sobre todo si se utiliza frecuentemente.

Lo primero que yo recomiendo, es que cada vez que se le acabe la carga a una pluma le hagamos un rápido lavado. Para ello, basta con que desenrosquemos la sección de agarre (también llamada simplemente sección o boquilla) y la pongamos bajo el grifo, hasta que veamos que el agua sale clara. Después la dejamos secar o incluso podemos envolverla con papel higiénico para que absorba el agua más rápidamente, y listo. Ya podemos volver a cargarla y a utilizarla con toda normalidad. Solo tenemos que tener una precaución importante: NUNCA lavar una estilográfica con agua caliente, ya que podríamos estropear alguna de las partes internas de la sección como el alimentador, el depósito, etc.

En una siguiente entrada, explicaré qué hacer cuando la pluma no escribe por llevar mucho tiempo sin utilizarla.

miércoles, 20 de marzo de 2013


INOXCROM según INOXCROM

INOXCROM tiene su origen en una pequeña empresa fundada por el señor Manuel Vaqué Ferrandis en Barcelona, en el año 1942.

En sus inicios, su actividad era exclusivamente la fabricación de plumillas para estilográficas, basándose en una tecnología propia de la familia. Dichas plumillas se comercializaban bajo la marca INOXCROM.

Ocho años después, tras una intensa labor de desarrollo, se logra fabricar la primera estilográfica completa, que se convertiría en el instrumento de trabajo de varias generaciones de estudiantes.

Gracias a esta innovación, la marca abrió sus puertas al mundo y su fundador estableció como fundamento de la compañía el ofrecer a los consumidores productos de la máxima calidad al mejor precio.

En 2012, 70 años después de su creación, nos enorgullece poder decir que éste sigue siendo uno de los pilares de la marca en la actualidad.

Se recupera el placer de volver a escribir a pesar de la invasión tecnológica.
En un mundo tan globalizado por las nuevas tecnologías, resulta curioso que haya una vuelta a lo artesanal en todo lo relacionado con el mundo de la escritura; a distinguir y distinguirse mediante refinados papeles en tarjetones o tarjetas de visita, con exclusivas caligrafías; invitaciones con el sobre forrado y escrito a plumilla; en los marcadores de mesa de los almuerzos de empresa, en los dossieres de congresos o en las agendas personalizadas. La papelería de lujo, en todas sus variaciones, es "una actividad única y en plena expansión", señalan en una de las más refinadas papelerías de Europa, la parisina Cassegrain. (Del diario Expansión)